Carlos Taibo: 
“No hay ninguna razón que justifique la intervención rusa en Ucrania, pero las potencias occidentales también tienen responsabilidades en la gestación de esta guerra.”

València, 14/4/2023

 

Ayer, por la tarde, tuvo lugar una conferencia, impartida por Carlos Taibo, con el título «La encrucijada de la guerra en Ucrania», en el CCCC (Centre del Carme Cultura Contemporània). Con la sala Goerlich II llena y sillas en los pasillos, más de un centenar de personas escucharon a Taibo. Después desgranar las claves del conflicto en poco más de una hora, se abrió un coloquio con numerosas preguntas e intervenciones del público. La charla acabó con un llamamiento a la movilización popular por la paz y contra el militarismo. También a acoger y dar apoyo, tanto a los desertores rusos, ucranianos y bielorrusos, como a los movimientos civiles que resisten y se oponen a la guerra.

Carlos Taibo es autor de más de treinta libros sobre política, economía, sociedad, cultura y relaciones internacionales, fundamentalmente en el marco geográfico de la Europa Central, Oriental y el espacio ex-soviético. Sobre Ucrania y la guerra ha escrito dos libros recientes: “Rusia frente a Ucrania. Imperios, pueblos, energía” (Los Libros de la Catarata, 2014) y “En la estela de la guerra de Ucrania” (2022).

Para Taibo, los discursos sobre la guerra están dominados por el maniqueísmo: quien no está conmigo, en plenitud, está con el enemigo. Si uno introduce alguna crítica de lo que supone la OTAN, es un defensor de la Rusia putiniana. Y si uno critica agriamente lo que hace la Rusia putiniana, es un vendido al mundo occidental. En nuestros medios de comunicación los discursos críticos con la política de las potencias occidentales han sido proscritos. La Unión Europea, como viene haciendo desde su fundación, manifiesta un seguidismo absoluto a la política exterior de los Estados Unidos. 

Dio un rápido repaso a la historia de Ucrania y Rusia, a lo acontecido desde la disolución de la Unión Soviética en 1991, a las relaciones entre ambos países y de estos con otros actores internacionales: EEUU, China, la Unión Europea… Asistimos a un panorama, diverso y complejo -dijo Taibo- lo que nos indica que esta guerra no admite simplificaciones ni discursos maniqueos.

Una negociación es la única salida viable: todos los actores implicados en la guerra están con el agua al cuello. El problema es que Moscú y Kyiv están muy cerca de Varsovia y Bruselas, pero demasiado lejos de Washington. El negocio de las empresas armamentísticas y energéticas (el fracking está siendo rentable gracias al alto precio de los hidrocarburos) está alimentando la guerra.

Para las personas de a pie, detener la guerra, parar el sufrimiento humano que causa, debe ser nuestra máxima prioridad.