ALTERNATIVA ANTIMILITARISTA-MOC

DECLARACIÓN IDEOLÓGICA

I. IDENTIDAD

Somos un movimiento antimilitarista autogestionario y asambleario que desarrolla alternativas desde la noviolencia, formado por grupos autónomos, en coordinación estatal e internacional y perteneciente a la Internacional de Resistentes a la Guerra (IRG).

Nuestro movimiento asimismo participa conjuntamente con otros procesos de lucha y acción transformadoras.

Planteamos la desmilitarización social como una revolución cotidiana que, además de criticar las estructuras, valores y funciones tanto militares como de cualquier sistema de dominación, apuesta por una transformación profunda que afecte a todas las facetas de la vida: estructural, económica, laboral, cultural, educativa, política, relaciones personales, para lograr un mundo justo, en paz, sin guerras, sin ejércitos y sin mecanismos de dominación.

Tratamos de plasmar en nuestra realidad cotidiana los contenidos, valores y actitudes que propugnamos, a través de las iniciativas de base y de las luchas y necesidades cotidianas, desde la Autogestión, el Apoyo Mutuo, la Noviolencia y la Desobediencia.

OBJETIVOS

El objetivo del MOC es lograr la desmilitarización social.

Nuestra finalidad es conseguir la abolición de los ejércitos y acabar con las guerras y sus preparativos, así como lograr también la desaparición de cualquier mecanismo de control social. Proponemos construir alternativas de defensa a lo militar.

SEÑAS DE IDENTIDAD

Antimilitarismo

Entendemos el antimilitarismo como aquella lucha social que se enfrenta tanto a los ejércitos, como a las causas (humanas, económicas, ideológicas...) que los hacen existir, como a los otros instrumentos de control social de los que se dota el poder para imponerse y mantenerse. Esta lucha aúna la dimensión crítica y de confrontación con la de proposición y construcción de alternativas.

La necesidad de incidir radicalmente en dichas causas para transformarlas nos impulsa a participar conjuntamente en plataformas y con otros movimientos.

El antimilitarismo es lo que, desde este movimiento, aportamos como específico en el conjunto de procesos revolucionarios, y es el eje vertebrador de nuestra acción.

Noviolencia

Entendemos NOVIOLENCIA como un proceso revolucionario con el que pretendemos el cambio de estructuras, valores y actitudes que sustentan la injusticia.

El cambio de estructuras supone la denuncia de una violencia estructural primera, que se ejerce desde el poder y desencadena el resto de violencias sociales. Esta violencia puede ser: económica: desigualdades, explotación, marginación, pobreza, ambiental...; ideológica: racismo, xenofobia, sexismo, religiosa...; psicológica: inseguridad, individualismo, desesperanza, miedo...; política: ausencia de cauces reales de participación, expresión...; educativa y cultural: fabricando personas sumisas, productivas y consumistas; informativa: manipulación, censura...; represiva: militar, policial... ; de género: patriarcado...

Este cambio de estructuras supone también la puesta en marcha de una propuesta alternativa.

El cambio de valores y actitudes supone:

La coherencia de fines y medios en organización, acción, metodología y relaciones interpersonales

La desconcentración de poder, caminando hacia la autogestión y el apoyo mutu

El respeto a toda persona, distinguiendo siempre entre la persona y el personaje o papel social que representa

Como estrategia de lucha utiliza la desobediencia civil, la acción directa, la no colaboración, el boicot, el sabotaje, la educación para la paz...

Así entendida la noviolencia es una seña de identidad fundamental del proyecto político transformador de nuestro movimiento.

Desde nuestro movimiento utilizaremos la noviolencia como estrategia política, herramienta de lucha y transformación, como forma de resolver los conflictos y como propuesta de estilo organizativo.

Radical, político y revolucionario (movimiento político y social)

Somos radicales porque cuestionamos el Sistema de raíz y no nos conformamos con denunciar y transformar sólo sus consecuencias más escandalosas, sino que profundizamos en sus causas para abolirlas. Nuestra alternativa alcanza los fundamentos de lo militar y lo social porque cuestionamos la regulación de los conflictos a través de la violencia y la imposición.

Somos revolucionari@s y nuestro trabajo es político, porque proponemos una transformación profunda que afecte a todas las facetas de la vida. Luchamos por profundizar, ampliar y tratar de confluir con las diferentes pequeñas revoluciones cotidianas, colectivas y de base que aquí y ahora están por desarrollarse.

Autogestión y Asamblearismo

Confiamos en la capacidad de los seres humanos de autoorganizarse en libertad y de asumir responsabilidades sin delegar en instituciones o profesionales. Así evitamos la especialización y promovemos generar y gestionar nuestros propios recursos, manteniendo y fomentando el desarrollo de las capacidades y potencialidades de cada persona.

No aspiramos a alcanzar cotas de poder político para imponer nuestros planteamientos, sino a abrir espacios de transformación para que cualquier persona o colectivo pueda organizarse para luchar por sus derechos desde la base, pues rechazamos todo poder que se imponga sobre otras personas en cualquier faceta de nuestras vidas (estados, gobiernos, ejércitos, policías, iglesias, «juntas directivas», trabajo, escuela, familia, relaciones personales...)

Entendemos que la libertad de cada persona se apoya y se confirma en la de las demás.

Las Asambleas son el espacio de decisión. Promovemos fórmulas de organización horizontal tomando nuestras decisiones por consenso, siendo nuestro propio funcionamiento un cuestionamiento de las estructuras jerárquicas, tratando de superar todo posible liderazgo que pudiera darse. Fomentamos la rotación y capacitación de todos los miembros del grupo para que puedan desarrollar todas las actividades que deseen. No existe ningún «cargo» que otorgue a ninguna persona más poder que a otra.

Desobediencia Civil

Concebimos la desobediencia civil como una acción colectiva, pública y organizada que consiste en el quebrantamiento de una ley, norma o imposición que se considera injusta en sí misma o representativa de una situación de injusticia. La desobediencia civil plantea un conflicto fundamental entre la legitimidad de la acción política radical frente a la injusticia muchas veces encubierta de legalidad. Es una herramienta política, precisamente por su carácter público y pedagógico. No busca imponerse sobre el conjunto, sino lanzar mediante la acción organizada y pública una interpelación a la sociedad desde su base, ofreciendo diversos grados de participación y haciendo visible la situación de injusticia.

La desobediencia civil asume tanto las respuestas represivas como las posibles consecuencias que la acción desobediente provoca, y las utiliza como denuncia.

Solidari@s y comprometid@s con otras luchas sociales de base

Además de tratar de integrarlo en nuestro trabajo nos sentimos solidari@s y comprometid@s con otras luchas sociales de base: solidaridad e implicación con la exclusión social, Sur-Norte, ecología social y estilo de vida solidario/ecológico, feminismo, antipatriarcado y liberación sexual, ecologismo, okupas, anticapitalismo y antiglobalización, educación liberadora...

Internacionalismo superador de fronteras

No somos una organización territorial, sino abierta a cualquier persona o colectivo con quienes compartamos objetivos, funcionamiento, contenidos y deseo de trabajar conjuntamente, esté donde esté. No nos identificamos con conceptos abstractos y manipulables como patria, estado, nación, nacionalidad... Toda persona tiene derecho a una vida digna y le corresponde también el derecho a organizarse y luchar por llevarla a cabo allí donde esté. Respetamos la libre autodeterminación de las personas y colectivos siempre que no conlleve su imposición sobre otras personas.

Superación de toda discriminación

Superación de toda discriminación económica, cultural, sexual (homófoba, machista...), ideológica, por edad, tipo de vida... que afecte a cualquier persona empezando por nuestro propio movimiento. Especial atención dedicaremos a la superación de los roles y estereotipos sexistas que impone el patriarcado, por ser la discriminación más generalizada, al condicionar y limitar a todas las mujeres y hombres en todos los ámbitos de la vida.

Frente al modelo homogeneizador actual de pensamiento único, defendemos un modelo de igualdad basado en el respeto a las diferencias y enriquecido por ellas.

Acción Directa Noviolenta

Es una herramienta de la noviolencia y de la desobediencia civil.

Es pública, pedagógica participativa, coordinada, encaminada a ganar espacios de libertad y / o recuperar derechos sociales arrebatados o prohibidos por el poder. Puede conllevar una vulneración o enfrentamiento con la legalidad vigente.

Busca intervenir a través de los hechos para explicitar públicamente una situación de injusticia, interrumpir un proceso o situación que se considera ilegítima, etc.

Puede ser de muy diversos tipos (informativa, de denuncia, de confrontación...), y simultanear acciones y estrategias que requieran diversos niveles de compromiso o preparación.

El humor, la creatividad y la originalidad también son elementos fundamentales en nuestra acción política, que entroncan con un nuevo planteamiento de activismo comprometido, ilusionante y divertido.

Apoyo mutuo

Entendemos Apoyo Mutuo como la creación y desarrollo de espacios y realidades alternativas, colectivas y cooperativas de tipo político, cultural, social, personal y económico que anuncien y prefiguren a pequeña escala nuestra propuesta global. A la vez nos aportan espacios de libertad y mejoras en nuestra actividad cotidiana.

Estas dinámicas de colaboración tienen una proyección pública que puede servir como referente político.

II. ACCIÓN

La acción de nuestro movimiento tiene como eje vertebrador el antimilitarismo, que es lo que aportamos como específico en el conjunto de procesos revolucionarios (feminismo, ecologismo ...). Nuestra acción participa y se enriquece de estas luchas.

Nuestra actividad política está referida siempre a nuestras señas de identidad. La acción así delimitada interrelaciona permanentemente la necesaria reflexión y elaboración teórica, la confrontación con el sistema y la construcción o plasmación en la realidad de una sociedad alternativa.

Estos dos frentes de actuación (Educativo y de Acción) son simultáneos en el tiempo, complementarios y garantizan que el antimilitarismo aporte alternativas de vida y de lucha en positivo. En nuestra acción, ni basta con la concienciación personal para modificar la realidad que nos rodea, ni es posible la transformación social desde sólo planteamientos políticos que no enraícen en las vivencias personales (necesidades, deseos, miedos...).

La Educación para la Paz (Educación para la desobediencia, en valores-actitudes ...) es un planteamiento pedagógico y una metodología transformadora tanto para nuestro acción interna (toma de decisiones, regulación / resolución de conflictos...) como externa.

El valor de la acción directa noviolenta reside (entre otras cosas) en ella misma, en su dimensión simbólica, en su capacidad de transformación de la realidad y en su carácter de pedagogía popular.

Buscamos acciones eficaces, y algunos de los criterios que utilizaremos para evaluarlas serán: si se han conseguido los objetivos propuestos y el grado de repercusión y transformación social que consiguen. Tendremos en cuenta además como se llevan a cabo la preparación, el desarrollo y afrontamiento de las consecuencias de la acción.

Nuestra acción desea brindar a personas y grupos formas de establecer contacto con sus propias fuerzas y capacidades, haciéndose protagonistas de sus propias vidas.

CAMPOS DE TRABAJO

Nuestro campo será la lucha contra las estructuras militares y las guerras, así como trabajos relacionados con la violencia y el control social y con todo aquello que se derive de la coordinación con otros movimientos y luchas sociales alternativas.

Nuestros campos de acción serán entre otros:

Campañas de desobediencia civil: insumisión, objeción fiscal y laboral …

Economía de defensa

Conversión de instalaciones militares en civiles

Denuncia de prácticas militares

Militarismo en las escuelas

Alianzas militares

Profesionalización del ejército

Guerras y conflictos internacionales

Denuncia del nuevo papel de los ejércitos

Globalización

Educación para la paz

Promoveremos el trabajo de Alternativas de Defensa, entendida ésta como defensa de los valores sociales, del libre ejercicio de los derechos y las libertades, del desarrollo económico solidario con l@s demás y con la naturaleza, la protección ante las agresiones de transnacionales, de especulaciones, de colonización cultural, de los medios de comunicación, la defensa contra las agresiones a la humanidad: el hambre, la explotación, las guerras y los ejércitos, la insolidaridad, la desigualdad, el patriarcado...

La defensa alternativa implica un proceso participativo popular; está unida permanentemente a la organización de la sociedad que pretende defender (forma parte de su entramado cultural, socio-político y económico), y opta por la coherencia entre fines y medios.

Creemos fundamental facilitar la autoformación de l@s integrantes del movimiento, en contenidos, en valores, actitudes, funcionamiento grupal y hábitos de lucha que propugnamos.

Para ello articularemos mecanismos internos de autoformación (mediante talleres, comisiones de trabajo, elaboración de materiales, espacios estatales, encuentros monográficos...) que nos permitan conocer los medios e interiorizar actitudes en relación a nuestras señas de identidad y la metodología de la educación para la paz (funcionamiento en asamblea y toma de decisiones desde el consenso, sin liderazgos...; lucha contra el patriarcado y contra toda forma de discriminación; preparación para la acción directa noviolenta, desobediencia civil, no colaboración; regulación /resolución de conflictos; cuidar los procesos de integración, implicación y participación de nuevas personas).

III.ORGANIZACIÓN

Partimos de una voluntad y necesidad de coordinación entre grupos autónomos que es inherente a nuestra configuración como movimiento. Nuestra coordinación es un proceso con método que nace siempre de las propuestas y actividades de los grupos y busca la coherencia entre fines y medios.

Los métodos que usemos serán siempre respetuosos, favorecedores del necesario encuentro interpersonal y del cuidado de nuestras necesidades afectivas.

Organizarnos como movimiento supone:

Fortalecer la dinámica interna del movimiento: apoyo mutuo, formación y regulación/resolución de posibles conflictos.

Compartir y elaborar planteamientos, programaciones y líneas comunes de actuación.

Elaborar y desarrollar propuestas de acción internacional.

Conseguir los recursos necesarios para nuestro mantenimiento y mayor repercusión de nuestras actividades desde la autofinanciación.

Coordinar el intercambio de información, materiales y experiencias.

Coordinar esta lucha con otros movimientos o colectivos en nuestra actividad local y global.

Evaluar periódicamente nuestras acciones y métodos.

Nuestra identidad organizativa se basa en:

Congreso: es la asamblea de todas las personas que formamos el movimiento, y el espacio de decisión de su definición ideológica.

Las Asambleas Generales: son el espacio de articulación entre los grupos locales y de toma de decisiones del movimiento, posibilitando la realización de los objetivos generales. Podrán dotarse de «espacios de trabajo conjunto» entre los grupos que forman el movimiento, que serán independientes en su funcionamiento, siempre en confluencia con los objetivos y líneas de actuación establecidas en la Asamblea.

Los Encuentros del Movimiento: son espacios de formación, debate y conocimiento mutuo.

En todas nuestras asambleas desarrollaremos dinámicas y metodologías activas, participativas, respetuosas, generadoras de compromisos y de responsabilidad en las decisiones.

Las decisiones se tomarán por consenso, entendiendo éste como un proceso que busca llegar al acuerdo más satisfactorio posible para todas las partes.

Animaremos a la preparación y participación activa en las asambleas y en los debates estratégicos.

Nuestra economía partirá de los principios de la autogestión y el apoyo mutuo.

Finalmente, seguimos apostando por la confluencia con otros colectivos, redes o experiencias, participando en proyectos de acción común y transformación social a escala local y global.

Esta declaración no es cerrada, quedando abierta a una mayor profundización.



Porque la guerra y los ejércitos son un crimen contra la humanidad



Rota (Cádiz), 2002.